Descripción
La importancia de la economía de Estados Unidos y, más concretamente, de su sistema de relaciones laborales es innegable. Sin embargo, existen poco estudios que analicen retrospectivamente un fenómeno tan importante como son las huelgas. Este libro de Paul k. Edwards, investigador de la Industrial Relations Research Unit de la Universidad de Warwick (Gran Bretaña), viene a colmar ese vacío. Analiza las tendencias de las huelgas en los últimos cien años, examinando en detalle su distribución por ramas de actividad, así como su evolución a lo largo del tiempo.
En su intento de explicar estas pautas, se plantea principalmente dos interrogantes: ¿Qué nos indican estas tendencias en cuanto a la influencia de a industrialización en la protesta obrera y por qué ha sido la experiencia estadounidense tan diferente de la de otros países? En cuanto a la primera, Edwards muestra que, contrariamente a lo que suele suponerse, la industrialización no afectó ni automática ni uniformemente a las huelgas sino que su influencia en la suerte de grupos claves de trabajadores tuvo consecuencias muy diferentes en cuanto a la actividad huelguística de éstos.
En cuanto a la segunda, y tomando como referencia el estudio de Shorter y Tilly sobre las huelgas en Francia (también publicado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en la Colección Historia Social), su argumento, a diferencia del de dichos autores en relación con los países europeos, las huelgas en Estados Unidos parecen deberse fundamentalmente a las luchas entre los obreros y los patronos por el control del centro de trabajo, y no tanto a motivaciones más generales de orden político-social.
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