Descripción
Cree el autor, que ni la religión ni la política han podido destruir la utopía. La religión porque es incapaz de trasportar algún fragmento de sus deliciosos Cielos a la Tierra. La política porque bajo la apariencia al ¨progreso¨ no hace sino reproducir e instrumentalizar las miserias de siempre. La técnica, en cambio, aparca como superadora de la religión y de la política a cumplir lo que promete: la bombilla, el automóvil, el avión y máquina de lavar ropa. Sin embargo, se dibuja como una nueva tiranía, la ¨esclavitud del enchufe¨ o del ¨consumo¨.