Descripción
RELATOS Y TRADICIONES DE TERUEL
Todos los relatos que presentamos al público en este libro son sucesos históricos, comprobados en su fondo mediante alguna anotación escrita en los viejos cronicones de la ciudad (aunque pueden haber sido más o menos poetizados en sus detalles), o bien son sucesos que, sin poseer el comprobante histórico, se han conservado en forma tradicional.
Estos últimos pudieron realmente ocurrir aunque hayan sido exagerados, cosa muy razonable teniendo en cuenta los largos siglos transcurridos desde las fechas que se les adjudican.
Nuestra afición por la historia nos llevó incluso a estudiar las posibilidades de estas tradiciones hallando en algunas de ellas pruebas indirectas que se ajustan por completo al suceso contado y que cuando menos le dan cierta fuerza de posibilidad.
Pero uno de estos relatos, parece a primera vista totalmente inverosímil, irreal, pudiendo incluirse y determinarse como pura invención, como una leyenda.
Y deseamos indicar aquí más unas palabras.
Es ciertamente una leyenda bellísima, excepcional, de muy acusado sabor oriental, es también un relato que destaca y se distingue de todos los otros, es el único de moros, y es en fin, una leyenda primorosa en medio de su sencillez.
Ahora bien, si tenemos en cuenta que Teruel, áspero en su tierra como resultado de la aspereza extremada de su clima, a través de los ochos siglos de su Historia nos revela predisposición hacia el arte literario, atendiendo también que incluso las leyendas, si son auténticas, tienen un fondo verdadero aunque a través de los siglos se hayan adulterado y transformado, nos resistimos a creer que esta tan bellísima leyenda sea simplemente una pura invención del pueblo turolense.