Descripción
Sorprende e irrita el contraste entre la inmensa deuda de Occidente con el judaísmo y la escasa atención que presta a esa tradición varias veces milenaria. El postergamiento de Jerusalén y la consiguiente promoción de Atenas como único origen de la cultura europea representan un olvido injustificable; también, más aún después de Auschwitz, una gravísima culpa moral y política. A esa amnesia se opone Memoria de la Ley, según una doble estrategia: por un lado, efectuando calas en la tradición judía, bíblica y rabínica; por otro, sondeando su presencia en la filosofía contemporánea, ante todo en Levinas y Derrida.