Descripción
Entre las diversas definiciones del trabajo social se puede citar la propuesta por el Consejo de Europa en un proyecto de recomendación de 1966: “El trabajo social es una actividad social específica que tiende a favorecer una mejor adaptación recíproca de las personas, de las familias, de los grupos y del medio social en el cual viven, al apelar a la capacidad de las personas, a las relaciones interprofesionales y a los recursos de la colectividad:”
Si enlazamos la anterior definición con el principio universal del humanismo, que consiste “en la referencia a un pasado para sacar de él luces que esclarezcan la obra y acción propias”, nos habremos acercado al propósito del autor. Pero ¿cabía la referencia al pasado? ¿Dónde buscar ese conocimiento que tanto precisa el trabajo social?
La reflexión que se limita a las causas inmediatas produce un conocimiento vulgar. Por eso, Peter Leonard ahonda científicamente en el darwinismo social, la psicología, el psicoanálisis, el positivismo, para detenerse en la sociología como física social en sus dos partes de estática y dinámica, y examinarla de modo filosófico con un espíritu crítico más acusado. Admitido que las condiciones de existencia y desenvolvimiento de las sociedades humanas revisten una importancia primordial para el trabajador social, ¿cómo pueden contribuir los resultados del conocimiento de esos hechos a la mejora de vida del individuo y al desarrollo de los grupos y de las sociedades más amplias?
Si es cierto que el conocimiento se atomiza en sensaciones, lo mismo ocurre con la realidad. Y así el autor desmenuza la teoría en hipótesis, tipologías, conceptos, emociones, para aplicarlos a fragmentos prácticos del trabajo de casos, trabajo de grupo y trabajo comunitario.
El resultado de esta obra breve, pero condensada, profunda, interesante desde el ángulo del profesional, que comienza estableciendo la relación existente entre la sociología y el trabajo social, y la aplicación de la teoría sociológica a casos prácticos para seguir adentrándose en la personalidad del individuo, la interacción familiar, la cultura, remontar el curso farragoso del análisis de las entidades de trabajo social que transportan el interés por los demás como sobre rieles por la vía de la complejidad creciente, la burocracia, para desembocar al fin en un pronóstico de la incidencia futura de la sociología en el trabajo social.
Nuestros asistentes sociales deben detenerse en esta obra sin optar por analogías imposibles, haciendo una traslación mental de las enseñanzas ajenas a su idiosincrasia, y adaptando éstas y las ideas universales a la pobreza de medios que todavía subsiste en nuestro país en lo que a su profesión se refiere. El lector encontrará orientaciones para la lectura ulterior y una bibliografía, comparativamente rica, que roza o se adentra en la diversidad de temas que aborda el autor.
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