Descripción
A finales del verano de 1400, García Fernández de Heredia, arzobispo de Zaragoza y miembro de uno de los linajes más poderosos de la Corona, repobló la aljama de judíos de Albalate.
Apenas diez años después de las revueltas que provocaron la extinción de muchas aljamas en toda la península, incluidas las de Barcelona, Valencia y Palma de Mallorca, esta villa de señorio eclesiástico en poder de los arzobispos de Zaragoza se convirtió en uno de los últimos refugios para judíos huidos de otras zonas castigadas por la intransigencia religiosa.
Este trabajo de investigación aporta luz a una etapa apasionante dentro de la historia de la villa y su relación directa con García Fernández de Heredia, figura clave en aquellos años, no solo para Abálate, sino también para la Corona de Aragón.