Descripción
Y… TODAVIA EL HAMBRE
Cuando el hombre ha realizado hazañas científicas que hasta hace poco eran privativas de la ciencia ficción, “el universo de hoy sigue dominando de una manera trágica, terrible, por el problema de los que tienen hambre”, y no porque ésta no existiese en el pasado, sino porque hoy el hambre ha adquirido una amplitud sin precedentes. A esto se liga otro hecho nuevo: los que están en la miseria son cada día más conscientes del bienestar y prosperidad en que otros viven, y de su dignidad humana y de su derecho a liberarse del hambre cambiando el estado actual de cosas.
Frente al hambre de millones de hombres los gastos en armamentos constituyen un escándalo intolerable; la coexistencia de superproducción de alimentos y subalimentación de hombres es una manifestación irritante de lo absurdo de nuestra organización social y la realización de proezas científicas que rebasan los sueños más fantásticos en el mundo de millones de hambrientos, revela que la persona humana preocupa mucho menos que los intereses económicos y estratégicos.
Mientras dos tercios de la humanidad sufre hambre, se hacen cuantiosas inversiones para la muerte en gastos de armamentos; cuando más de treinta millones de personas cada año mueren de hambre como factor directo o concurrente, la sociedad de consumo prosigue sus despilfarros ostentosos y el derroche irracional.
En el mundo en que vivimos se dispone de ciencia y tecnología suficiente para resolver definitivamente los problemas de la alimentación a escala mundial, sin embargo… TODAVIA EL HAMBRE. Esto es un baldón para la generación presente. Todos y cada uno de nosotros somos responsables. “Cuando millones de hombres tiene hambre” decía Camus, “esto se transforma en un problema que toca a todo el mundo”.
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