Descripción
¿Como puede influir el dinamismo de un enfermo en el curso de su enfermedad?
Por regla general, cuando caemos enfermos o sufrimos un accidente, solemos adoptar el papel de «victimas» más que de «actores». Nos sentimos «agredidos» por un elemento externo ajeno a nuestra propia naturaleza y, en consecuencia , como miembros educados en una sociedad tecnificada que tiende cada vez más a jugar un papel protector ante el enfermo, acudimos a los «especialistas» para que sean ellos quienes actúen y resuelvan nuestro problema, limitándonos, por nuestra parte, a mantener una actitud pasiva frente a su actuación profesional
Es una visión muy simplista y superficial del problema de la enfermedad, que no se halla exenta de profundas repercusiones. Si bien es cierto que para conseguir una terapia efectiva es necesario que el enfermo adopte una actitud resignada y obediente, no es menos cierto que una actitud dinámica y positiva puede ayudar tanto o más a su recuperación. La curación psíquica, eliminar los sentimientos de culpa y remordimiento es tanto o más importante que la somática si lo que se pretende es alcanzar una curación integral y definitiva.
Este importante tema se debatió en Cannes en uno de los congresos de la Asociación de Profesionales Cristianos de la Medicina, y es el que Paul Tournier y varios de sus colegas nos plantean en el presente libro.
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