Descripción
En la primera carta se pone de manifiesto la madura personalidad y profunda religiosidad de Maimónides. Apenas tiene treinta años cuando la escribe, pero su pensamiento es ya sólido, claro y estructurado. Sorprende que a esa edad sea un maestro tan reconocido, a cuya clarividencia y autoridad moral recurren sus hermanos del Yemen. Éstos, sacudidos en su fe por la persecución, la predicación de un renegado y la llegada de un falso mesías, le escriben exponiendo su angustia y pidiendo luz para sus problemas. El Rambam responde de forma sistemática a todas las cuestiones planteadas, hace ver a sus hermanos su error y los saca de él infundiéndoles nuevas esperanzas y asegurándolos en su fe judía.
La segunda carta es breve y complementaria de la anterior, pues parecidos son los problemas planteados.