Descripción
A LA SOMBRA DEL CASTILLO
Una novela histórica, pues sus notas arrancan a últimos del siglo XIX y con traca final (mejor, traca y tralla) porque baja sus persianas el año 1941, cuando todavía flamea el rescoldo de nuestra Guerra Civil y nueve de casa diez españoles se comen los codos y estraperlean.
En esta novela, el castillo simboliza la pervivencia y aun autoridad incontestable de una sociedad feudal que no se resigna al licenciamiento y relevo.
La acción transcurre en un terroso y polvoriento Sos del Rey Católico, villa aragonesa limítrofe a Navarra y cuna del rey artífice de la unidad territorial española. Entre renglón y renglón de sus páginas, la protagonista femenina del relato, Adriana, pone el contrapunto a estas resecas coordenadas medievales con su mirada periférica, añilada, henchida de arrullos de mar, de auroras marinadas.
En “A la sombra del castillo” se rescatan ritos como el cobro del “el barato” en la plaza principal del pueblo o figuras legendarias como la del “repatán”, degradado espécimen humano muy a tener en cuenta en contiendas intestinas. También se conversa, y no poco, sobre las “travesuras” del naipe que no conoce las puestas de sol y clausura su jornada veleidosa a punta de canto de gallo.
Todo el diálogo de este documento histórico se formatea en una muy inteligible forma de hablar aragonesa