Descripción
El énfasis de la educación estuvo puesto tradicionalmente, en el aprendizaje intelectual.
Se privilegió la inteligencia, aislándola artificiosamente de la afectividad, que es la que da vida y sentido.
Hoy el mundo clama por cambios significativos, cambio de mentalidad que se corresponda con cambio de actitudes anunciadores de nuevas formas de vida y convivencia entre hombres y pueblos.
La nueva educación va en su búsqueda, priorizando por primera vez los aprendizajes afectivos.
Pero estos son difíciles de alcanzar. No se logran con exposiciones ni con lecturas, ni con consignas teóricas.
Solamente se alcanza a través de vivencias y de experiencias realmente testimoniales para los alumnos.
A ello apuntan las autoras del presente libro, dos profesoras mendocinas que a través de su largo prácticas en
el Profesorado, han logrado investigar y ejercitar la aplicación de determinadas técnicas tendentes al cambio de actitudes.
Con lenguaje claro y ágil han llevado los mismas al acceso de educador en una obra que trasunta no sólo buen marco
de conocimiento científico, sino y sobre todo profundo compromiso con la vida y la profesión.
Muestran cómo sólo desde este compromiso, se hace fecunda la utilización de las técnicas.
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